Informaciones,
El casco estalla, en el torbellino de agua generado
por el casco de 12 m, de eslora, la fuerza del agua impactando y rodeando los pilares,
parece hundirse... partida en tres grandes trozos los tripulantes cayeron al
agua, los restos de la embarcación flotando parecían querer continuar con una
regata que
nunca se celebraría.
Fin de la primera parte.
(2ª Parte en Breve)
COMO SE RECUPERO LA FALUA ZARAGOZA.
Empezare diciendo que me siento orgulloso, muy orgulloso,
de mi mismo, alguien dirá que no es la modestia una de mis virtudes, yo digo
que no es la hipocresía uno de mis defectos, ya que renuncio a la falsa
modestia, y valoro mis logros personales.
La Zaragoza flota a pesar de
las dudas y deseos de algunos de que no lo hiciese.
Todo empezó el 26 de Mayo de
2012, la celebración del DIA DEL EBRO.
Se celebraba la XVIII
Regata Ciudad de Zaragoza, un día climatológicamente radiante, se transformaría
en el día mas negro para la historia de los barcos de Iberflumen, ese día
se rompían 18 años de navegar juntos, años en los que cientos de personas
tomaron conciencia de la necesidad de defender un bien común al tiempo de
conocer que se podía disfrutar.
Aquel día La Zaragoza, colisionaba contra un pilar del
puente Cuatro Hermanos volcaba y se partía arrojando al agua a los 11
tripulantes. Ellos alcanzaron la orilla a nado, unos, otros fueron rescatados
por los servicios de socorro.
Lo que aconteció aquel día y las vivencias de los
protagonistas forman parte de otro escrito, en este nos corresponde hablar de
los barcos, mas en concreto, de La Zaragoza.
El barco impacto de costado contra el pilar y flotando
sobre las aguas giro sobre su eje longitudinal ofreciendo su interior a la
entrada de agua. Diseñado para resistir esfuerzos desde la parte externa del
casco, este se partió al embarcar agua en un cauce que en aquel momento
trasladaba 400 m3 por segundo.
nunca se celebraría.
Quedo demostrado que el barco no se hundió desde el primer
momento, una de las imágenes tomadas momentos después de la colisión, o en los
momentos en que se recuperaron los tres trozos principales del barco, que
pudieron recuperarse gracias a su flotabilidad.
Los trozos flotantes del barco, sobre todo los más grandes,
constituían un peligro para las instalaciones eléctricas existentes aguas
abajo, fue preciso retirarlos del cauce para su traslado a alguna escombrera.
Lo Primero que se recupero,
fue la parte de proa, flotaba aguas abajo de la represa Manuel Lorenzo Pardo,
metida en lo que las gentes del río llamamos “la lavadora”, los bomberos
acudieron a retirar el peligro del cauce.
Se saco a la orilla con no poco esfuerzo. Estaba totalmente
destrozada, sin bancos, sin bordas, con las amuras destrozadas, esloras y
cuadernas partidas, el casco perforado por numerosos puntos, señal inequívoca
de que sufrió numerosos daños en su arrastrarse por las aguas, golpeando las
orillas y posiblemente algún que otro
pilar en cualquiera de los otros cinco puentes que tienen sus soportes
surgiendo del fondo del cauce.
La popa seria localizada días después, entre la basura de
todo tipo que para vergüenza de todos los zaragozanos se acumulan depositados
delante del Club deportivo Helios.
De nuevo fue el cuerpo de bomberos quien acudió al rescate,
la popa fue arrastrada sin esfuerzo ni
peligro al puerto de Vadorrey, formando parte las practicas realizadas por unos
hombres que cuando se les necesita… SIEMPRE ESTAN ahí.
De nuevo esta parte del barco se cargo sobre el remolque de
la asociación y se traslado al astillero en espera de tomar una decisión sobre
que destino darle, una vez que quedase concluida la instrucción que
pudiese darse de inspeccionar los restos con la finalidad de informar sobre la
estructura y por lo tanto de la posible responsabilidad de fallo que aclarase
la causa de la rotura.
El tercer trozo, parte central, fue localizado en el
espigón de San Lázaro, sacado de las aguas fue trasladado igualmente al
astillero este trozo más pequeño seria posteriormente troceado y depositado en
contenedores de basura.
Con una denuncia y tres expedientes abiertos a demanda de
distintas personas e instituciones, los restos del barco fueron dejados a la
espera de una resolución, aquellos restos destrozados recordaban desde su
silencio todo lo vivido.
Fue de los dos barcos, el que nos traslado en el descenso
desde Zaragoza al mar. Participo en distintos descensos de homenaje. En
remontada y posterior descenso por
Biscarrues. En ofrendas del día del pilar. En manifestaciones contra el
trasvase. Dio respaldo a los actos de constitución del Instituto Aragonés del
Agua. Numerosos descensos de y por, dentro de la Expo 2008, con periodistas y
personalidades. Remontadas y descensos por Zaragoza Cultural 2016. Recorridos
con vecinos de distintas poblaciones. Con empresas. Regatas internacionales.
Regatas corporativas. Visitas turísticas y culturales. Actividades con Peñas y
Asociaciones vecinales. Conciertos fluviales. Bautismos de río de infinidad de
niños en las clásicas Remontadas de los Zagales. Tantas y tantas actividades
ligadas a este barco que no se pueden dejar morir sobre las astillas de un
naufragio. Se tenía la obligación de mantener vivo este tremendo potencial. Es
un patrimonio de ciudad, a pesar de estar en manos de una asociación
privada, de carácter cultural.
Cuando se produjo el fallo de la denuncia y la
desestimación de los expedientes abiertos, se planteo ¿Que hacer con La
Zaragoza?
Después de escuchar dos propuestas; La de construir una
nueva embarcación. Y la de reconstruir la que teníamos en partes, las dos
fueron desestimadas.
La primera propuesta se rechazo, por cara, se tendría que
invertir un dinero que no tenia la asociación, la situación económica general
que de un modo u otro nos afectaba, hacia la situación in asumible, máxime, si
se valoraba las posibilidades personales de colaborar físicamente de los
distintos socios, prácticamente nulas por la gran cantidad de tiempo que se
tendría que dedicar a ello.
La segunda opción; Reconstruir a partir de los restos. Fue
igualmente rechazada. Daba mucho reparo a casi todos los socios, con
independencia de arrastrar un mal fario.- Sumando a dicha decisión las mismas
causas que en la propuesta anterior, - económicas y de disponibilidad física,
aunque esta opción representase un tiempo mucho menor, lo que unido a la amplia
lista de facturas pendientes, dio como resultado que se abandonase todo intento
de recuperación, optando por mantener la Vadorrey, limitando los gastos que
sobre ella se realizasen y que se precisaba acometer para recuperar la misma.
La Vadorrey también sufrió daños aquel mismo día, al ser
sacada del agua, de modo inadecuado por un lugar que la daño seriamente, se
asumió la necesidad de reparar La Vadorrey.
Se manifestó e insistió en que: recuperar La Zaragoza, con
todas las garantías, era posible, y mucho mas barato que construir otra unidad,
que la REGATA CIUDAD DE ZARAGOZA, y todas las crecidas en su entorno,
desaparecían al quedar un solo barco.
Se rechazo la propuesta aduciendo que a los gastos y
esfuerzos de recuperación se tendrían que sumar los necesarios en el pago de la
inspección de buques que de ningún modo la asociación estaba dispuesta a
cubrir, por todas las razones anteriores ya comentadas
Desde este momento La Zaragoza desaparecía.
Esto suponía que Iberflumen definitivamente, quedaba
como usufructuaria de la Vadorrey y propietaria del Cabezudo.
Parecerá friquismo, fuera de todo lugar, o romanticismo
trasnochado, pero lo cierto es que después de 40 años dedicados a defender la
recuperación integral del Ebro, utilizando como recurso la navegación, no podía
dejar que un golpe de infortunio me arrebatase uno de los barcos, el que lleva
en su costado el nombre de la ciudad que ostenta el titulo de “Capital de
Ebro”.
Desde ese momento asumí personalmente la recuperación. En
primer lugar modificar aquello que se aprecio podía ser mejorado, decidí
reducir la eslora en un metro, la causa; - Cuando se trasladaba el barco por
carretera se excedía en 0,50 m la longitud permitida, (sin necesidad de
escolta) a causa de esa misma largura, el barco solía golpear el suelo cuando
se trasladaba sobre el remolque y se entraba o salía de la rampa del
puerto.
En primer lugar se necesito lavar las partes, desprenderlas
del barro, después se necesito desmontar todos los elementos dañados y no
precisos, trozos de bordas, refuerzos de bancos, molduras, herrajes.
Sorprendentemente entre los restos de la popa aparecieron….
Inmaculados, sin mancharse, una pequeña bolsa de plástico
con servilletas de papel y unos cuchillos dispuestos para ayudar en el almuerzo
del día del accidente, sin una sola marca de barro, las servillas totalmente
secas.
Los escombros se acumulaban por todas partes del almacén
transformado en astillero.
Se procedió a fotografiar todas las roturas, para valorar
el costo económico y el tiempo preciso para obtener el resultado pretendido.
Veamos la situación física en detalle.
Parte de Proa: Lado de babor.
Amurada: Aleta de
proa, un trozo de la misma se encuentra desgajado totalmente. (4).
Amurada: Abierta la
fibra en el entorno del segundo barraganete. (6).
(2ª Parte en Breve)
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